miércoles, 6 de abril de 2011

Porque te quiero te cuido, pero no demasiado.

Porque te quiero te cuido, pero no demasiado.
Hace años uno de mis mejores amigos estaba de aniversario, por lo que decidí complotarme con su pareja para que pasaran toda la noche juntos en el cuarto de mi amigo a quien llamaré Mario. Mario vive sólo y su pareja con su familia, la cual es conservadora y a pesar de tener más de 20 aún tiene que soportar que le nieguen varios permisos; pero para esa noche la situación era diferente, habíamos cubierto los cabos sueltos y todo estaba listo, pero Mario no quiso, se escandalizó al saber que su pareja no dormiría en su casa, se puso a alegar sobre lo complicada que era su situación familiar y que le iban a hacer todo un problema luego, no le interesó que ya habíamos planificado las cosas al detalle y terminé embarcando a su pareja a la medianoche para que regresará a casa. Mario siempre tendió a ser sobreportector con su pareja, siempre pensando en lo que debe hacer y evitándole problemas, en varios momentos le advertí que no hiciera eso, que dejara que se equivocará, pero jamás pudo hacerlo, al final fue su pareja quien terminó con la relación, la razón, simplemente se terminó el amor, hablando luego, descubrí que gran parte de ese agotamiento tuvo que ver con la sobreprotección que mi amigo le daba.
Hace poco charlaba con otra pareja donde **** se quejaba de que no confiaba en la otra parte porque le había mentido, está argumentó que si le mintió fue por no hacerla sentir mal, por protegerla, su hermana había organizado una reunión familiar por el bautizo de su hijo y no quiso invitar a la pareja de **** porque simplemente no le tiene confianza, pero si invitó a su ex porque a quien conoce de hace varios años; **** no quiso decírselo a su pareja para que no se sintiera mal y rechazada.
Conocí a un chico que solía levantarse a las 5:00 am, preparar el almuerzo para su enamorada y partir con el tapper en su bicicleta para dárselo antes de que saliera para su trabajo, también la recogía y la ayudaba en todos sus trabajos, tanto de la universidad como de su empleo, arreglándolo todo para que sacara mejores notas en sus cursos, le compraba lo que necesitara o le daba dinero para que pudiera movilizarse con más comodidad  y no pasar ningún tipo de apuro.
Tanto en la primera como en la última historia las parejas terminaron por separarse, en la segunda están en crisis. Veo que uno de los puntos en común es la sobreprotección y exagerada devoción a la pareja, no permitiéndole que tome sus propias decisiones y las lleve a cabo, aún si esto significa caerse o fracasar. La relación de pareja no es para tener a alguien que nos cuide y haga todas las cosas por mí, sino para que ambos crezcamos juntos, y este crecer implica muchas veces fracasar en muchas cosas, cometer errores y pagar por ellos, es la única forma de avanzar. Todos podemos tener el deseo de sentirnos imprescindibles, de sabernos necesitados, especialmente por la persona a la que amamos, con mayor razón tendemos a cuidarla y ayudarla en todo lo que podemos, pero también deberíamos dejar que nuestra pareja haga sus cosas por su cuenta, sin que nosotros lo hagamos por ella, pero siempre listos para apoyarla para que se recupere rápidamente.
Si el respeto es uno de los componentes más importante de una relación de pareja, entonces porque no solemos ejercerlo con frecuencia y, es más, porque nos cuesta tanto respetar a nuestra pareja permitiéndole que tome sus propias decisiones, orientándola sí, pero no imponiéndole o tomando la decisión por ella. Esto también incluye el espacio que le tenemos que dar, para sus amigos, para su familia, asegurándonos de no ser absorbentes y dándole la oportunidad de que nos extrañen.
Tener enamorad@ es tener alguien con quien compartir nuestra vida, alguien a quien apoyar y que nos apoye, pero no es ni nuestro padre, ni nuestra madre ni mucho menos un hijo, es un adulto libre y responsable de sus actos y como tal debe ser tratado.