martes, 21 de septiembre de 2010

Ganando la pelea

Pocas veces me han tocado parejas conflictivas, que tienden a la histeria y que les resulta muy difícil evitar ser dominadas por sus emociones. Es toda relación siempre habrá momentos de conflictos, discusión y peleas, la gran mayoría de ellas de fácil solución, en este post veremos algunas estrategias para solucionar los conflictos de pareja.
Recuperar la calma:
Lo primero que se pierde es lo primero que se debe recuperar, la calma. Un reclamo puede convertirse rápidamente en una discusión y después en una pelea si le echamos más leña al fuego. Si tu pareja empieza la pelea y vez que a cada momento se altera más, no permitas que llegue a niveles incontrolable, menos aún permitas que te descontrole a ti. La mejor forma es salir inmediatamente de la situación; decirle con calma y firmeza: “amor, estas muy alterad@ y me estas alterando a mi también, vamos a calmarnos, voy a salir un momento y en un rato me tranquilizo y regreso”. Si está tan alterada que no quiere que te retires, es más, trata de impedirlo a toda costa, mantente firme en tu decisión, si esto no resulta entonces una solución desesperada es sentarse en algún lugar, incluso en el suelo, encogerse, tomarse las rodillas, agachar la cabeza y quedar en silencio, tratar de pensar en otra cosa hasta que la persona este calmada.
Evaluar la situación:
Mientras recuperamos la calma y estamos solos o en silencio pensemos en la manera de afrontar el conflicto, cuales son los puntos más importantes y que tanto podemos hacer para solucionarlo.
Centrarnos en el hecho:
Preguntemos directamente que es lo que causó el conflicto, que originó la pelea, que es lo que no le gustó y que propone para solucionarlo, muchas veces la discusión se va por las ramas haciendo largo y tedioso la búsqueda de una solución. Las distracciones más frecuentes son elaborar un informe detallado de los antecedentes del conflicto, citando sucesos acontecidos hace bastante tiempo atrás y que sólo sirven para desenterrar rencores pasados e incrementar la hostilidad; otra actitud típica es ser recurrente con una idea, repetirla una y otra vez hasta el cansancio; también determinar pormenorizadamente el grado de culpa de tiene la pareja, quien es más culpable, repetir detalles una y otra vez hasta el hartazgo. Estas conductas no tienen sentido en absoluto, los hechos del pasado pertenecen al pasado, no son antecedentes de nada si es que se llegaron a solucionar y de no ser así entonces será buen momento para hacerlo; sobre los culpables, al ser una pareja ambos comparten la culpa, generalmente por falta de comunicación, asertividad y perspicacia para conocer y evaluar a la pareja actual.
Soluciones ya:
Entre ambos buscar alguna solución que satisfaga a los dos. Si a él no le gusta que te quedes prendida del face mientras están juntos en la casa entonces la solución es simple, no lo hagas, dile que no lo harás más y listo.
Negocia:
Si como en el punto anterior, no puedes dejar de hacer lo que haces porque es parte de tu trabajo o es muy importante para ti, entonces negocia, en que momentos puedo hacerlo o que tanto puedes sobre llevarlo sin incomodarte, establezcan reglas de común acuerdo para que ambos se sientan satisfechos.
Comprométete:
Si llegan a un acuerdo cumple tu parte, es muy importante que lo hagas, eso demostrará tu grado de madurez, hará que te respetes a ti mismo y que tu pareja te respete aún más, pues será consciente de que eres una persona de palabra. Si no lo haces, sólo contribuirás a que los conflictos que vengan (porque actuando así definitivamente vendrán) sean cada vez más agresivos y nunca se llegue a ninguna solución, condenando a tu relación al fracaso.
Recuerda que una relación de pareja no es egoísta, tienes que dar de ti al máximo, sacrificar muchas cosas por el bienestar, no de tu pareja, sino de tu relación y eso te incluye a ti, si crees que tus actividades son más importantes es totalmente evidente que no valoras a tu pareja lo suficiente y es más madura dejarla ir que retenerla tercamente. No importa que tan acalorada sea la discusión, jamás permitas que lleguen a convertirse en violencia física ni verbal, los insultos y gritos son el anunció de que cosas peores han de venir, no permitas la violencia jamás, respetándote a ti mismo y tu integridad como persona es la única forma de que te respeten y puedas, a corto plazo, construir relaciones sólidas y felices.
Una pelea bien ganada es donde ambos terminan ganando.