jueves, 25 de febrero de 2010

Lo que importa en una relación

Tengo una amiga cuyo prototipo de hombre ideal es alto, blanco de tipo europeo o europeo, con dinero y sexualmente rendidor, apasionado y buen amante, creo que un alto número de la población peruana y latinoamericana en general tiene el mismo perfil, pero, al igual que mi amiga, no siempre lo cumplen en sus relaciones y no por ellos son menos satisfactorias.
Sin embargo es cierto también que todos tenemos un mínimo de características innegociables, características que determinan el futuro de nuestra relación; estas características son tanto físicas como de personalidad. Si, también físicas, hipocresías aparte, todos y repito TODOS, nos fijamos en el aspecto físico de nuestra posible pareja, algunos se fijan en más rasgos, otros en menos. Pero nos han acostumbrado que lo importante es el interior de la persona, esto sería las vísceras de donde proviene la palabra visceral con que se describe en psicología el comportamiento emocional de las personas; fijarnos en lo físico es tomado como una falta de delicadeza, como un interés propio de una persona frívola, más aún cuando de temas sexuales se trata, nos sentimos casi obligados a minimizar la importancia del sexo en nuestra relación de pareja tomándolo como un tema tabú, no solemos conversar abiertamente con ella sobre lo que nos gusta y lo que seamos de ella; pensamos ingenuamente que es ella quien debe adivinar nos debe interesar. lo que nos obliga a ser más diplomáticos cuando mencionamos el tema.
Tal vez las más hipócritas en este asunto sean las mujeres, no es culpa de ellas, es más bien culpa de la sociedad que busca por todos los medios reprimir su sexualidad y ajustarla a patrones “morales” en los que la búsqueda del placer les es negada. Mi amiga en cuestión es un ejemplo de ello; por momentos se siente mal de “ser tan superficial, materialista, frívola”, -no debería ser así, debería fijarme más en los sentimientos, en lo que vale la persona-; me dice en tono melancólico. Sin embargo a mi no me parece en nada malo y se lo digo, -si para ti es importante que tu enamorado tenga dinero, que sea alto o que tenga un pene de 20 centímetros, pues bien, busca a alguien así y no te conformes con menos, porque lo único que conseguirás es que a la larga te sientes insatisfecha, el interés se apague y por supuesto estés más predispuesta a buscarte un amante que colme tus expectativas; en el camino descubres que algunas de esas características no pesan tanto pero otras si, y son precisamente esas las que se repiten en cada pareja con la que nos hemos llevado bien y nos hemos sentido satisfechos; así también nos daremos cuenta que la ausencia de ciertos rasgos conduce tarde o temprano a la ruptura de la relación.
Propongo un ejercicio básico, crea tu propia lista; piensa en tu pareja idea, la pareja perfecta, totalmente perfecta, tanto física como psicológicamente; de la misma manera divide tu lista en rasgos físico y rasgos de personalidad y llena ambos rubros con todas las características que se te ocurran, no excluyas ninguna, tampoco en el área sexual; luego toma 100 puntos y distribúyelos entre cada característica anotada de los dos rubros, colocándole más puntaje a aquel rasgo que te parezca más importante y así sucesivamente hasta agotar los 100 puntos, es probable que muchas de tus características se queden sin puntaje y eso estará bien, te darás cuenta que no eran tan importantes, así vamos convirtiendo nuestra pareja ideal-perfecta en la pareja real-perfectible. Los que obtuvieron puntajes superiores a 20 son lo que llamo características innegociables y de las que depende seriamente el éxito de la relación, si una persona no las posee es mejor que la descartes como pareja pues el altamente probable que la relación termine en breve o se torne a corto plazo en una relación conflictiva donde ambos se sentirán insatisfechos y frustrados, y desplazaran esa frustración en forma de agresión hacia su pareja