lunes, 27 de junio de 2011

Gózalo con todo


El hombre es un buscador de placer, no diré hedonista pues esto es parte de una filosofía más compleja que, pese a ser asociado por la gran mayoría a la búsqueda desmedida del placer, se basa en buscar placeres sencillos pues los grandes placeres también atraen grandes sufrimientos. El sexo es probablemente la actividad que más placer es capaz de generar en las personas, tal vez por eso sea una de las tres actividades más rentables y que más dinero y voluntades mueven en el mundo entero. Disfrutar del sexo es todo un arte aparte, no se trata simplemente de que tan buen compañero o compañera tienes al lado, se trata de que tantas ganas le pones, que tanto te entregas, cuantos de tus sentidos usas y como eres capaz de estimular los sentidos de tu amante; de eso se trata el sexo a fin de cuentas, gozar con cada encuentro sexual, con cada pareja o con la misma de siempre al máximo.
Para un hombre poco instruido en estos asuntos, tirar es cuestión de una muy breve introducción con manoseos  torpes, montar, penetrar, moverse mucho, buscar que la pareja grite o gima, sin saber si fue de dolor o placer; o ambas cosas dado el caso; para luego eyacular y bajarse; todo esto acompañado eventualmente por los mismos torpes movimientos y palabras más torpes aún. Para una mujer es simplemente dejarse llevar, hacer un poco lo que su pareja quiere, acomodarse para ser penetrada, cambiar a un par de poses y nada más, no tomar la iniciativa no sea que la confundan con una putísima de aquellas. Lástima por ambos, no tienen la menor idea de lo que se pueden perder al mantener estereotipos tan anafrodisiacos en una relación; tal vez mal guiados por una película porno o peor aún, por los prejuicios sociales que reclaman cierto pudor a la mujer y cierto rendimiento al hombre; negándose a explorar todo el potencial que tiene el sexo para darnos placer.
La emoción por el sexo que viene hace que muchos se concentren en pene, vagina, culo y senos, y se olvidan que alrededor de estos hay más cuerpo para gozar, se esfuerzan por lograr el orgasmo y desconocen todo lo intoxicante que puede ser explorar otras sensaciones previas a la penetración; con tantas hormonas revueltas olvidamos despertar y estimular nuestros cinco sentidos. Pues bien, en los siguientes post, trataremos sobre juegos previos que nada tienen que ver con penetración, pero que pueden incluso lograr varios orgasmos sin necesidad de ello, los y las lectoras pueden colaborar con su experiencia personal.