jueves, 3 de noviembre de 2011

Caliéntame el oído


Entrando a la habitación de un hostal, ella empezó a besarme con lujuria contenida y yo correspondía con besos es su cuello y caricias en sus senos y vientre; se frotaba como una gata mimosa contra mi cuerpo, arqueando su espalda para pegarla a mi entrepierna; cuando nos pusimos frente a frente ella con voz melosa me dijo: “dame tu pinga papí”; una corriente eléctrica que nacía en mis oídos recorrió todo mi cuerpo, me estremeció de una manera que nunca había sentido, así como tampoco había escucha la frase antes. Me sonó tan vulgar, tan corriente, especialmente por lo del papí, pero no fue sólo eso, la sentí profundamente auténtica, que le nació de lo profundo de sus emociones desbocadas por la excitación, espontanea, propia, deliciosamente real; no recuerdo haberme excitado tanto con una frase como con aquella, pero definitivamente han existido frases que son una invitación impostergable al coito, especialmente cuando te las dice la mujer que deseas en el momento oportuno, aunque pensándolo bien,  casi todos los momentos son oportunos para frases como esta. Las mujeres no son ajenas a este tipo de estimulación,  a ellas también les resulta excitante que su amante les susurre frases al oído, si dan con la frase adecuada en el momento adecuado provocarán una verdadera explosión de erotismo difícil de controlar.
Los oídos son los órganos más erógenos y accesibles que tenemos, casi tanto como lo son los genitales, pueden ser estimulados discretamente en medio de una multitud con susurros o suaves besos, así como por gemidos y hasta gritos desenfrenados de placer durante el sexo.  Si bien los ojos despiertan la atracción inicial, son los oídos el órgano en el cual se inicia el cortejo propiamente dicho, las frases dulces, elegantes, halagadoras, para luego pasar a incitantes y excitantes; saber manejar adecuadamente un repertorio verbal puede abrir piernas y posibilidades. Para el caso de la mujer es más sencillo, basta expresar sus deseos de sexo de manera explícita para que estos sean cumplidos, obviamente al margen de consecuencias y juicios morales, para un hombre sin embargo, el cortejo y “el floro” se convierte en todo un arte. Sobre cortejar se ha hablado en ocasiones anteriores y valdría la pena hacer un post específico sobre el asunto, en este caso me limitaré a tratar sobre el estímulo netamente sexual, palabras que encienden y erotizan.
Empecemos con lo básico, conocimiento de nuestra pareja, debemos saber sus gustos, su estilo, su forma, pero sobre lo más difícil, pero a la vez importante, es conocer sus gustos secretos, sus fantasías, por lo general estos son diametralmente opuestos a la imagen que proyectan, aquellas personas refinadas y educaditas suelen gusta de un buena dosis de vulgaridad en la cama, específicamente porque el sexo es una actividad bastante primaria, más bien diríamos primitiva, lo que hace que, para disfrutar de él plenamente, debamos de hacer a un lado los modales más refinados y dejar que lo salvaje tome el control.
Requisito importante es ser espontaneo, no planificarlo, dejar que las frases fluyan, expresarse libremente y no tener miedo a decir ciertas palabras, nada de pene, vagina, trasero o senos,  todas estas palabras estar vetadas, culo, pinga, tetas, son más apropiadas. Si a tu pareja le desagradan lo notarás inmediatamente, pero ten presente que al inicio puede sentirse confundido, especialmente si es la primera vez que te escucha decirlas, así que calma y no asustarse.
No hay nada más excitante que los gritos y gemidos durante el coito, especialmente por parte de las mujeres, los hombres solemos ser más inexpresivos, ajustamos más el abdomen y tratamos de aguantar más la respiración como si de un ejercicio se tratara, un dato curioso menciona que los eyaculadores precoces que gritan o gimen durante el coito suelen durar mucho más que aquellos que suelen aguantarse o peor aún, lo que se distraen pensando en otras cosas, la explicación sería que al gemir, su ritmo respiratorio se acompasa y permite ser controlado.
Todo lo contrario ocurre con las mujeres, mientras más giman y griten más altas son las posibilidades de que provoquen una eyaculación y también su propio orgasmo; LiveScience.com publicó un estudio sobre monos y demostró que el 86% de las hembras gimen para estimular a macho a eyacular. En el caso de las mujeres, resulta muy complicado que éstas guarden respetuoso silencio cuando tienen que recibir las fuertes envestidas de su amante, la mejor recomendación para estos casos es simplemente abandonarse y dejar ser, gritar si así se quiere, gritar alguna frase o simplemente gemir; lo más importante es ser auténtico y disfrutar plenamente de nuestros sentidos.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Para oscularte mejor

Hace años cortejaba, bueno lo más cercano que he tenido a un cortejo, a una chica de la universidad, más allá de los físico había una gran química y eso desbordaba, me limitaba a verla entrenar y acompañarnos a la salida del gimnasio de la universidad para ir a tomar el bus que la llevaba a su casa; dos años antes había recibido de ella un beso en la boca, lo que llamaríamos un pico, pero algo más largo sin llegar a desarrollar ningún movimiento; fue su forma de agradecerme por la noche que pasamos juntos en olor a santidad y sólo conversando; desaparecida por dos años, esta vez había regresado con nuevos bríos y mi interés renovado era aún mayor. Una de aquellas noches la caminata se dilató más de la cuenta, ella decidió hacer otra ruta y así hablar más y más, terminé sentado en una banca con su cabeza en mi regazo, hablando de la relación de enamorados y otras cosas más, en ese momento sabía que algo pasaría pero no quise acelerarme, valía la pena esperar, simplemente me dejaba llevar; nos levantamos y después de caminar otro tanto llegamos a un paradero, no al habitual, sino tres paraderos más adelante, ahí cuando la despedida era inminente ella no se contuvo y salto sobre mí, me abrazó con fuerza y me comió literalmente la boca, lo digo así porque abría desmesuradamente sus labios como si quisiera engullirme, la pasión con que lo hizo me encantó y me siguió encantando hasta que decidí que era momento de dejar cicatrizar la herida que me hacía y rehacía en la comisura de mis labios, pues su estilo de besar hacía que sus dientes se frotarán con fuerza en dicho lugar.
He recibido muchos besos y de todo tipo, tal vez recuerde este por ser de una persona importante y porque tenía un estilo bastante marcado sin llegar a ser para nada desagradable, claro que recuerdo otros tantos como uno dado por una de mis primeras parejas algo mayor que yo, pero sólo cronológicamente, la primera vez la sorprendí succionándome el labio inferior, extrañado le pregunté ¿qué estaba haciendo? –Besándote; me contestó. Claro que también ha habido besos inolvidables, maestros, como aquel con esa chica con la que regresábamos de la playa el primer día del nuevo milenio, simplemente inolvidable, travieso versátil, casi tanto como aquel de madrugada con una mujer guapísima que vivía en Lince, con la ventaja que esta tenía unos labios deliciosamente carnosos y una lengua traviesa sin llegar a ser invasiva.
El beso es el preludio de todo lo demás, puede alentar como también desalentar, delata, para el observador aplicado, muchos detalles de la vida erótica de una persona, como si es muy ansiosa o precipitada, si es paciente, si es apasionada, si es flemática o quisquillosa, si tiene muchos reparos, es tímida o audaz, si es experimentada o novata, si es buena para seducir o no; un beso es un buen termómetro para sondear como está el clima en el territorio que queremos conquistar. No es fácil dar un beso de eso que vemos en las películas, es todo un arte y un aprendizaje, aprendizaje que muchas veces descuidamos, pero tengamos en cuenta que si el beso es bueno crearemos más expectativas para seguir avanzando.
Según la filematología (ciencia que estudia los besos) existirían 30 maneras de besar en diferentes lugares del cuerpo, Luis Enrique Varas Rojas de la Universidad Austral de Chile los clasifica en:
El beso seco: es el beso simple, cuando se apoyan los labios de uno contra los del otro.
Beso Hollywoodense: al momento de besarse, uno inclina al otro hacia atrás, como invitándolo a estar más cómodo y preparándolo para lo que le espera. Este estilo se impuso en las películas de los años '50 y se convirtió en una clásico, aunque no es muy frecuente entre las parejas sigue siendo muy romántico.
El beso succionador: para practicarlo, la mujer tiene que tomar entre sus labios el labio inferior de su pareja para introducirlo en su boca, mientras que él ejerce una movimiento de succión.
Beso francés o de lengüita: consiste en que la mujer toque con su lengua los labios del hombre para luego introducirla en la boca de su pareja y viceversa.
El beso de lado: se realiza cuando cada uno de los miembros de la pareja gira su cabeza en sentidos opuestos para besarse.
El beso de apretón: se refiere cuando una persona aprieta fuertemente sus labios contra el labio inferior de su pareja.
El beso de tú uno y yo el otro: se trata de que el hombre bese el labio superior de la mujer mientras que ella besa el labio inferior de él.
El beso toma todo: un miembro de la pareja toma entre sus labios los labios del otro.
El beso de lengua apasionado: La pareja introduce sus respectivas lenguas en la boca del contrario tocando los dientes al paladar.
El beso de yo te sigo: en este caso se espera a que uno de los dos inicie la acción de besar y el otro le siga alcanzando un ritmo frenético.
El beso cazador: este se da cuando la pareja juega a que cada uno trata de atrapar con sus labios el labio inferior del otro.
Algunos datos que la ciencia nos proporciona sobre el beso son que se compone en un 60 por ciento de agua; un 0,7 por ciento de grasa; un 0,4 por ciento de sal; un 0,7 por ciento de proteínas y millones de bacterias. Un beso de tres minutos quema sólo quince calorías. Los besos hacen que los labios se hinchen de sangre, se tiñan de rojo y brillen con la saliva. Además, los besos aumentan la secreción de saliva, que drena las células muertas y las bacterias y, por tanto, mejoran el aliento. Según estudios, los hombres que besan a sus esposas por la mañana pierden menos días de trabajo por enfermedad, tienen menos accidentes de tráfico, ganan de un 20% a un 30% más y viven unos ¡cinco años más! Según un estudio del Instituto Kinsey para la Investigación sobre la Sexualidad, cinco de los doce nervios craneales que afectan a las funciones cerebrales intervienen en el beso erótico y debido a las conexiones neuronales de labios, lengua y mejilla con el cerebro, un beso permite detectar en la otra persona muchos datos, entre ellos la temperatura, el gusto y el olor, entre otros datos muy interesantes. Los etólogos también revelan que los simios también se besan, especialmente los bonobos.
Y entre tanto dato, ¿alguno ayudará a mejorar nuestras técnicas para besar?, bueno aquí hay uno muy interesante, a un 97% de las mujeres les gusta ser besadas en el cuello, en general una buena estrategia a la hora de besar es acariciar, el cuello, la mejilla, la espalda y/o el cabello por la parte de la nuca, mientras se está besando. Para dar un beso inolvidable se necesita versatilidad, saber pasar de un tipo de beso a otro con sutileza y complementarlo con caricias sacando el mayor provecho a las armas con las que la naturaleza nos dotó, sean los labios muy delgados o gruesos, y si nuestra pareja no es buena besando pues a tenerle paciencia y, sin hacerlo sentir incompetente guiarlo para que siga nuestro ritmo e intensidad. Recuerda la práctica hace al maestro y también a la maestra.

lunes, 27 de junio de 2011

Gózalo con todo


El hombre es un buscador de placer, no diré hedonista pues esto es parte de una filosofía más compleja que, pese a ser asociado por la gran mayoría a la búsqueda desmedida del placer, se basa en buscar placeres sencillos pues los grandes placeres también atraen grandes sufrimientos. El sexo es probablemente la actividad que más placer es capaz de generar en las personas, tal vez por eso sea una de las tres actividades más rentables y que más dinero y voluntades mueven en el mundo entero. Disfrutar del sexo es todo un arte aparte, no se trata simplemente de que tan buen compañero o compañera tienes al lado, se trata de que tantas ganas le pones, que tanto te entregas, cuantos de tus sentidos usas y como eres capaz de estimular los sentidos de tu amante; de eso se trata el sexo a fin de cuentas, gozar con cada encuentro sexual, con cada pareja o con la misma de siempre al máximo.
Para un hombre poco instruido en estos asuntos, tirar es cuestión de una muy breve introducción con manoseos  torpes, montar, penetrar, moverse mucho, buscar que la pareja grite o gima, sin saber si fue de dolor o placer; o ambas cosas dado el caso; para luego eyacular y bajarse; todo esto acompañado eventualmente por los mismos torpes movimientos y palabras más torpes aún. Para una mujer es simplemente dejarse llevar, hacer un poco lo que su pareja quiere, acomodarse para ser penetrada, cambiar a un par de poses y nada más, no tomar la iniciativa no sea que la confundan con una putísima de aquellas. Lástima por ambos, no tienen la menor idea de lo que se pueden perder al mantener estereotipos tan anafrodisiacos en una relación; tal vez mal guiados por una película porno o peor aún, por los prejuicios sociales que reclaman cierto pudor a la mujer y cierto rendimiento al hombre; negándose a explorar todo el potencial que tiene el sexo para darnos placer.
La emoción por el sexo que viene hace que muchos se concentren en pene, vagina, culo y senos, y se olvidan que alrededor de estos hay más cuerpo para gozar, se esfuerzan por lograr el orgasmo y desconocen todo lo intoxicante que puede ser explorar otras sensaciones previas a la penetración; con tantas hormonas revueltas olvidamos despertar y estimular nuestros cinco sentidos. Pues bien, en los siguientes post, trataremos sobre juegos previos que nada tienen que ver con penetración, pero que pueden incluso lograr varios orgasmos sin necesidad de ello, los y las lectoras pueden colaborar con su experiencia personal.

viernes, 15 de abril de 2011

Hacer el amor


2:46 de la madrugada, tengo sed y no hay nada que tomar en casa así que no me queda más que prepararme algo porque estoy caprichoso y no quiero tomar simplemente agua, escucho a Aretha Franklim pidiéndome que la mate suavemente y me entran las ganas de abrir una botella de vino, pero pienso que no me conviene ya que debo levantarme temprano; así que termino por ponerle pisco y hielo a mi limonada y espolvorearle canela; me siento frente al monitor y decido escribir algo en mi blog aunque aún no sé exactamente sobre qué; tal vez Aretha me pueda ayudar a hacerlo. Making love, hacer el amor, curiosa denominación al acto de tirar, coger follar, fornicar, copular y una larga lista de sinónimos entre coloquiales y técnicos; siempre me ha chocado, pero entre todos ellos siempre me ha chocado el making love, siento la frasecilla de marras tan falsa como las tetas de un travesti, algunos la usan supongo, para sentirse más “purificados” por el poder del amor, para sentirse menos putas o más amados, lo cierto es que el amor no se hace ni se crea en un coito, simplemente ya existe desde antes; una expareja muy querida me decía, yo no cojo, yo hago el amor, explicando que ella se entregaba a alguien que amara y no a una aventura de una noche o al deseo y atractivo de un hombre al paso; un chiste mejicano explicaba que hacer el amor es una pendejada que inventaron para coger sin pagar; repito, el amor ya existe antes del polvo, no es que se haga ni que se consume en ese acto; cosa que si ocurre por definición en el matrimonio, el amor se ha venido gestando desde antes, se ha concretado en el día a día, con cada detalle, con cada palabra y acto consecuente para dar como resultado un clima de confianza que envuelve a la pareja al tener sexo haciendo de esta una experiencia más trascendente y profunda que el simple coito, pues sabes que esta persona luego, permanecerá a tu lado, te apoyará y alentará, sabes además que y como le gusta, en ese clima encuentras la confianza suficiente para no estar presionada en asuntos como tu desempeño sexual, su desempeño sexual, guiar o comunicar lo que te gusta y preguntar lo que le gusta y simplemente gozar mutuamente, tanto con el placer que te dan, como con el que das; ¿a quien no le gusta eso? Tal vez por eso, algún avezado y arrecho aventurero de alcoba le llamo la prueba de amor, hizo bien en llamarlo así, el sexo es una prueba, no del amor del otro, sino de cómo va el amor entre ambos, un termómetro que mide en lo horizontal, como van las cosas en lo vertical; si tienes buen sexo, tienes una buena perspectiva de relación de pareja; por el contrario, si el desgano, el desinterés y egoísmo ingresan a tu cama, es porque la rutina, el estrés y sobre todo la falta de comunicación están contaminando tu relación y es hora de actuar antes que sea demasiado tarde.
La limonada mutante (en pisco sour) se ha terminado y voy por otra, mientras la preparo trato de recordar las veces que hice el amor en mi vida, definitivamente siempre fue con alguna enamorada, salvo un par de excepciones, no es tan difícil recordar considerando que he tenido pocas enamoradas, también me pongo a pensar en cuantas veces fingí hacer el amor, y en honor a la verdad son muchas, muchísimas veces, la mayoría, por no decir todas, debido a las presiones de la pareja de turno, quien quería un ambiente romántico, dulce, lleno de ternura y frases empalagosas cuando yo lo único que quería era reventarla lo más salvajemente posible, al final declinaba ante su entusiasmo almibarado y terminaba suprimiendo mis deseos en beneficio de su goce, que puedo hacer, me debo a mi público (frase que me dedicará mi “bimol” hace ya un tiempo y conociéndome plenamente en ese aspecto). A veces puedes tentar se tiernamente salvaje, pero no siempre funciona, es choque de intereses puede ser frustrante, por eso hay que aprender a ceder lo más que podamos sin sacrificar nuestro placer personal jamás, pues eso crea insatisfacción y callarlo es el boleto seguro a la recuperación del estatus de soltero en el facebook; si algo incomoda pues a decirlo.
Voy a la mitad del vaso, esta vez fui prudente y llené al tope mi vaso de coca cola de casi un litro, de limonada sour, más sour que limonada; escuchando a Aretha decir una pequeña oración por mí, recuerdo lo deliciosamente agotador que puede implicar hacer el amor, pero sobre todo, hacerlo bien. El sexo puede ser casual, pasajero, un buen polvo de fin de semana o un remember con alguna ex algo, lo único que buscas es saciar una necesidad fisiológica, así como cuando tienes hambre y te comer algo al paso o te preparas algo que puede ser rico, hasta delicioso, pero nada especial; hacer el amor es como comer “el plato”, no para satisfacer el apetito, sino por tener una experiencia culinaria especial, podemos pagar mucho dinero por asistir al mejor restaurante para vivir dicha experiencia y comerla, degustarla es algo que se hace de a pocos, lentamente y en medio de un ritual que la hace más especial aún. Por ello hacer el amor implica tener la tenacidad de un deportista olímpico, el cual dedica cada día de su vida, durante más de 4 horas, al entrenamiento metodizado, intenso, responsable e intenso para lograr estar al nivel adecuado para dar todo de sí en una competencia que en ocasiones puede durar apenas un par de minutos, pero si lo hemos hecho bien, serán lo minutos más inolvidables de nuestras vidas, así también hacer el amor implica una preparación que viene desde varios días, semanas y hasta meses atrás, que se ha ido moldeando con cada detalle diario, con cada llamada, con cada regalo, con cada salida y palabra, con cada gesto galante, con cada acción asertiva, con cada conflicto solucionado y cada insinuación hecha hasta llegar a ese momento en que cosechemos el fruto de ese esfuerzo.
Harta chamba, si, es chamba, además de eso es todo un arte, pues implica mantener el equilibrio justo entre el galanteo y el acoso, entre la deferencia cortés y el empalagoso romanticismo de novela mexicana, evitando transgredir los límites entre interesarse en la persona con el asfixiante control, darle espacio sin ser indiferente, mantener sanos lazos entre sus amigos y  familia y los tuyos; además de desarrollar dotes casi telepáticas para interpretar en base a sus acciones y palabras lo que nuestra pareja quiere y mantener siempre una imagen atractiva ante sus ojos. Si pues, es harta chamba, tal vez lo más complicado de esto es cumplir con todo esto sin dejar de ser nosotros mismos, cuesta pero vale la pena, pues si no nos involucramos en nuestra relación, si no nos cuesta el esfuerzo, probablemente no lo valoremos a la larga, esta es una de las razones por las que muchas personas permanecen con parejas complicadas, caprichosas y hasta conflictivas, porque han invertido mucho esfuerzo físico y mental en mantener la relación, se involucraron de tal forma que no querrían echar por la borda todo lo ganado y superado.
A pesar de todo el esfuerzo, definitivamente vale la pena hacerlo, además que invitamos a nuestra pareja a superar nuestro esfuerzo y ayudará también a evaluar a la otra parte; como dije, el sexo es un indicador y hacer el amor es un buen indicador, no recuedo exactamente como fueron las veces que lo hice, pero sí recuerdo que valió la pena porque obtuve ese momento de amor eterno sobre el que hablaré en el siguiente post. Viajando en su cadillac rosado Aretha se despide, y el sueño me obliga a hacer ídem. 

miércoles, 6 de abril de 2011

Porque te quiero te cuido, pero no demasiado.

Porque te quiero te cuido, pero no demasiado.
Hace años uno de mis mejores amigos estaba de aniversario, por lo que decidí complotarme con su pareja para que pasaran toda la noche juntos en el cuarto de mi amigo a quien llamaré Mario. Mario vive sólo y su pareja con su familia, la cual es conservadora y a pesar de tener más de 20 aún tiene que soportar que le nieguen varios permisos; pero para esa noche la situación era diferente, habíamos cubierto los cabos sueltos y todo estaba listo, pero Mario no quiso, se escandalizó al saber que su pareja no dormiría en su casa, se puso a alegar sobre lo complicada que era su situación familiar y que le iban a hacer todo un problema luego, no le interesó que ya habíamos planificado las cosas al detalle y terminé embarcando a su pareja a la medianoche para que regresará a casa. Mario siempre tendió a ser sobreportector con su pareja, siempre pensando en lo que debe hacer y evitándole problemas, en varios momentos le advertí que no hiciera eso, que dejara que se equivocará, pero jamás pudo hacerlo, al final fue su pareja quien terminó con la relación, la razón, simplemente se terminó el amor, hablando luego, descubrí que gran parte de ese agotamiento tuvo que ver con la sobreprotección que mi amigo le daba.
Hace poco charlaba con otra pareja donde **** se quejaba de que no confiaba en la otra parte porque le había mentido, está argumentó que si le mintió fue por no hacerla sentir mal, por protegerla, su hermana había organizado una reunión familiar por el bautizo de su hijo y no quiso invitar a la pareja de **** porque simplemente no le tiene confianza, pero si invitó a su ex porque a quien conoce de hace varios años; **** no quiso decírselo a su pareja para que no se sintiera mal y rechazada.
Conocí a un chico que solía levantarse a las 5:00 am, preparar el almuerzo para su enamorada y partir con el tapper en su bicicleta para dárselo antes de que saliera para su trabajo, también la recogía y la ayudaba en todos sus trabajos, tanto de la universidad como de su empleo, arreglándolo todo para que sacara mejores notas en sus cursos, le compraba lo que necesitara o le daba dinero para que pudiera movilizarse con más comodidad  y no pasar ningún tipo de apuro.
Tanto en la primera como en la última historia las parejas terminaron por separarse, en la segunda están en crisis. Veo que uno de los puntos en común es la sobreprotección y exagerada devoción a la pareja, no permitiéndole que tome sus propias decisiones y las lleve a cabo, aún si esto significa caerse o fracasar. La relación de pareja no es para tener a alguien que nos cuide y haga todas las cosas por mí, sino para que ambos crezcamos juntos, y este crecer implica muchas veces fracasar en muchas cosas, cometer errores y pagar por ellos, es la única forma de avanzar. Todos podemos tener el deseo de sentirnos imprescindibles, de sabernos necesitados, especialmente por la persona a la que amamos, con mayor razón tendemos a cuidarla y ayudarla en todo lo que podemos, pero también deberíamos dejar que nuestra pareja haga sus cosas por su cuenta, sin que nosotros lo hagamos por ella, pero siempre listos para apoyarla para que se recupere rápidamente.
Si el respeto es uno de los componentes más importante de una relación de pareja, entonces porque no solemos ejercerlo con frecuencia y, es más, porque nos cuesta tanto respetar a nuestra pareja permitiéndole que tome sus propias decisiones, orientándola sí, pero no imponiéndole o tomando la decisión por ella. Esto también incluye el espacio que le tenemos que dar, para sus amigos, para su familia, asegurándonos de no ser absorbentes y dándole la oportunidad de que nos extrañen.
Tener enamorad@ es tener alguien con quien compartir nuestra vida, alguien a quien apoyar y que nos apoye, pero no es ni nuestro padre, ni nuestra madre ni mucho menos un hijo, es un adulto libre y responsable de sus actos y como tal debe ser tratado.

jueves, 10 de marzo de 2011

Seguridad ante todo

Lo conociste ese mismo día, te ha gustado, no, te ha encantado, todo en esa persona más que perfecto es excitante e incitante; sientes las hormonas alborotadas, las ganas imperiosas de estar a solas en un cuarto, en una casa, en donde sea, pero solos, si eres la chica, te preocupas porque él haga la jugada correcta para que tu aceptes, si eres hombre te atormentará la duda si debes o no hacer tu jugada, arriesgar y como hacerla para que esta no termine en fracaso. Sin embargo algo los detiene, una señal de alerta en el cerebro que nos dice que todo no puede ser tan perfecto, las dudas no pueden atacar, ¿y si tiene alguna ITS?, ¿Y si nunca la (lo vuelvo a ver?, ¿Si es un psicópata asesino que me puede lastimar?, ¿si es una delincuente que sólo busca pepearme para robarme todo lo que tengo, incluso un riñón?
A nadie le gustaría convertirse en una estadística más o en una página de policiales de algún periódico amarillista; el sexo a primera vista es emocionante, divertido, audaz pero podría convertirse en una verdadera pesadilla con nosotros de protagonistas o tener lamentables consecuencias a largo plazo, como una enfermedad venérea o peor aún, algún virus como el VIH o el Papiloma humano, causante de diversos tipos de cáncer en la mujer. Para evitarnos dramas y tragedias no estaría de más seguir sencillas pautas de seguridad, informarnos bien y sobre todo cortar con prejuicios cuando lo que importa es nuestra salud e integridad; recordemos que la ignorancia suele matar (literalmente).
Algo que nunca debe falta es siempre tener a mano un condón y saber perfectamente cómo usarlo, será mejor tenerlo y no necesitarlo que necesitarlo y no tenerlo. El condón nos protege bastante bien de la mayoría de infecciones de transmisión sexual, la ineficacia de este se reduce al mal uso que se hace de él, por ejemplo cuando nos colocamos dos pensando que eso nos protege, cuando en realidad los exponemos a que con la fricción ambos queden rotos; usamos lubricantes oleosos o grasos que producen el mismo efecto o abrimos el condón usando los dientes, lo llevamos en la billetera o en lugares poco adecuados u olvidando sacar todo el aire del condón a la hora de colocarlo. Este es más que un requisito, un deber por parte de ambos sexos; pensar que eso es responsabilidad del hombre es irresponsabilidad. La mujer ahora más que nunca deber ser consciente y responsable de su sexualidad y no estar sometida al capricho masculino o la presión social; no puede vivir al margen de información valiosa sobre la conducta sexual humana sin importar sus valores o ideas.
Definido este punto, que aunque es obvio, jamás estará de más repetirlo, veamos algunos tips para mantenernos seguros y disfrutar de una divertida salida con un desconocido. Si la salida ha sido planificada con anterioridad, pues es mejor definir por adelantado que expectativas tenemos sobre la salida, considerar la posibilidad de terminar la cita en un encuentro sexual y qué tipo de acontecimientos lo precipitarían. Si es alguien que recién conocemos pues también definamos, a medida que pasa la velada, que expectativas nos genera esta persona.
Si se trata de una cita ya concertada con alguien que conociste en internet cítal@ de preferencia en un lugar frecuentado por ambos, que les resulte familiar, esto incrementará el clima de confianza, si quieres darle una sorpresa mejor la guardas para la segunda cita. Asegúrate que la persona que tienes al frente es la misma con la que chateabas, si es la misma de las fotos y que algunos datos coincidan; ojo, no se trata de un interrogatorio. Déjale en muy en claro que hay gente que sabe que estas con esa persona y donde estarás, una llamada al celular por parte de un buen amig@ a tu celular ayudaría bastante a este propósito, también un encuentro casual con algún conocido y una presentación breve pero completa.
Si a la persona la acabas de conocer tendrás que cuidar algo más estos detalles, llama tu a algún amig@ especial que conozca bien y a quien le tengas bastante confianza, siempre es necesario que exista al menos una persona que sepa lo que haces, te sentirás más protegido pues será más fácil ubicarte si llegas a tener problemas; por lo tanto deberás informarle o con una llamada o con un mensaje de texto si decides ir a otro lugar con un hostal o a la casa de dicha persona.
No te emborraches, evita tomar en un lugar que no conoces, más aún cantidades excesivas de alcohol en donde se podrían deslizar algún tipo de sedante que termine por dejarte a merced de tu acompañante; por otro lado si hay sexo, no se disfruta igual cuando un@ está semiinconsciente. Nunca lleves a una persona que recién acabas de conocer a tu casa, estarás más vulnerable ahí a menos que vivas con más personas; de preferencia lleval@ a un hostal donde ambos y no sólo uno se registre; esto le dejará en claro que su identidad es conocida y que ambos están seguros, si se siente ofendid@ explícale eso, que mientras más gente sepa con quien y en donde está, menor es la posibilidad de que algo malo pase.
Es emocionante conocer gente nueva, sin saber las sorpresas que te pueden esperar, pero algo de seguridad nunca estará de más.

martes, 1 de marzo de 2011

Musicoterapia

La prima de una ex, me invitó a su boda, trillada ceremonia, nada del otro mundo, para bien o para mal me desapasionan las bodas, creo que eso es algo bastante característico de mi género, que merecería un post aparte, a los hombres en general no nos apasionan las bodas, por lo general sentimos un sincero desinterés por el asunto; no digo que todos; pero sí una población estadísticamente significativa; al final de la ceremonia, sigo, tocaron una versión en violín y teclado de My Heart Will Go On, canción interpretada originalmente por Celine Dion y que fuera catapultada a la fama por ser la banda sonora de la película Titanic, la razón de la puesta en escena es que se trataba de “la canción” de la feliz pareja, era la canción que para ellos simbolizaba los años de noviazgo y los detalles de los que estuvo llenos, todo un simbolismo giraba en torno a esa canción dejando que la música hiciera lo suyo: Magia.
No todas las parejas tienen una canción, pero la música está presente en todos los momentos de nuestras vidas y siempre habrá alguna canción que nos recuerde en mayor o menor medida a los amores pasados o ciertos momentos que vivimos con ellos. A veces esto se convierte en un arma de doble filo cuando solemos torturarnos hasta el hartazgo escuchando las canciones más lacrimógena que nos suelen recordar el hecho de que terminamos (o nos terminaron) con nuestra pareja y que no volveremos a disfrutar los buenos momentos.
La música puede ser una excelente terapia y la mejor sazón para la seducción, todo es cuestión de saber cómo escogerla según el momento y la compañía. Para la temática del blog podemos mencionar cuatro aplicaciones, para superar una pérdida afectiva, para seducir, para el coito y para reavivar la relación.
Cuando uno termina una relación, peor aún cuando es la otra persona quien termina con nosotros, entramos en una etapa depresiva, nos sentimos mal y tratamos entre la negación y el duelo buscamos superar la pena; pero la mayoría de personas, especialmente mujeres, lejos de buscar calmar el dolor que sienten tienden a incrementarlo escuchando las melodías más tristes, lamentables y patéticas, especialmente aquellas que hablan del amor, del dolor y que son terriblemente empalagosas y cuyas letras resultan estupidizantes, denigrantes y por ende peligrosas. Recuerdo haber escuchado el estribillo de una cumbia que decía “quédate conmigo aunque sea con mentiras” u otro de Amaral “sin ti no soy nada”, me pareció descabellado enviar semejante mensaje en una canción, alentar el menosprecio por nosotros mismos, destruir nuestro amor propio a favor de un amor que ni siquiera es correspondido o, como en el caso del primer estribillo, sólo busca aprovecharse  manipular. La frecuencia con que he escuchado estas canciones y otras tantas me indican que hay algo bastante malo y hasta enfermo en la mentalidad de las personas para considerar que un mensaje como ese sea digno de ser difundido. Todo aquello que atente contra la dignidad de un ser humano merece la condena social y no el apoyo mediático, como es el caso de varias canciones que terminan por ser una apología a la humillación. Estas son las canciones que se deben evitar (en realidad algunas merecen un total desprecio) y en general todas aquellas que tengan que ver con lágrimas, llanto, dolor y sufrimiento amoroso. Busquemos canciones que nos calmen, que nos alienten a hacer cosas, no a quedarnos sentados y llorando, algo movido pero sobre todo motivador, no necesariamente bailable, pero si energizante; todo es cuestión de gustos, podría sugerir el magistral 4º movimiento “La Coral” de la novena sinfonía de Beethoven conocida popularmente como la canción o himno de la alegría, pero cuya versión coral produce una carga emotiva imposible de describir, es necesario vivirla y escucharla para sentir la vida fluyendo a nuestro alrededor. Considerando las condiciones en las que la compuso Beethoven, prácticamente sordo, aislado del mundo, con la muerte reciente de su mejor, y quizás único amigo, Schiller (autor del poema que da la letra a la coral) y en momentos en que lo consideraban un compositor pasado de moda, en decadencia, resurge con una obra maestra que lo inmortaliza. Es imposible estar deprimido si uno escucha con mucha atención esta obra que nos grita, nos empuja a vivir. La Fantasía Coral, también de Beethoven, es una obra que precede a la novena y que contiene similar carga emotiva. De la primera la mejor y más cuidada versión que he escuchado es la de Karajan, la más emotiva la de Berstein en Viena y de la Fantasía Coral no existe mejor versión que la de Daniel Barenboim dirigiendo y a la vez tocando el piano. Podría mencionar otras más, pero creo que esas son las mejores y en realidad las más recomendadas por los expertos en terapia musical para la salud mental.
Seducir es un arte y como tal debe ser delicado, suave, sutil, toda una apología a lo sensual; como dije en otros post, cada pareja tiene sus códigos, gustos y formulas, a algunos los puedes seducir con perreo chacalonero mientras que a otros con un buen huaynito, es cuestión de averiguar cuáles son los gustos musicales de nuestra pareja y, en base a estos, elaborar una selección de temas que le gustarán; es importante tomar muy en cuenta el lugar, el ambiente que se crea, si es una discoteca la seducción podría tener un caris más agresivo, casi tribal, sea con salsa o con algo de rock o reggaetón, dependiendo de la actitud de la persona podremos optar por un baile más pausado y cadencioso o por otro más froterista. Si se trata de una velada más íntima en casa, y con tu enamorada o novia o esposa; particularmente nada como el Jazz con algo de Blues, mis favoritos, Louis Armstrong en dúo con Ella Fitzgerald, una pareja simplemente perfecta, magnífica versión de Come Dance With Me y Autumn in New York, velas, una cena deliciosa pero ligera, algo de champaña y efecto asegurado. Para añadir algo más moderno nada como Dido, su voz suave y acariciante invita a relajarse y dejarse llevar por el momento.
Durante el coito no existen nuevamente recetas, dudo mucho que prestemos atención a la música, la estimulación puede ser bastante variable, especialmente en el momento de la penetración; creo que se podría seleccionar música a gusto de cada persona, pero tengan en consideración que el ritmo de la canción debe ser más o menos el ritmo de la penetración para mantener cierta coherencia que estimule más el acto en lugar de aletargarlo, no me imagino haciéndolo mientras escucho algunas de las canciones arriba mencionadas, pero si con algo de Madona, alguna vez lo hice a pedido de una enamorada, al ritmo de Black Sabbat y me pareció bastante excitante, no tanto por la música sino por el gusto que ella demostraba frente a mí. Misma situación pero con Pink Floid; eso sí, definitivamente no podría hacerlo con una balada de fondo.
Reavivar el amor entre dos personas es un acto que debe ser habitual en toda relación, una salida, una cena, incluso un baile en casa, sólo los dos, música de fondo, una canción con músicos en vivo interpretado para nuestra pareja o en un restaurante. Lo importante es que entre las canciones, que pueden ser las mismas que usamos para seducirla, estén también aquellas que marcaron nuestra relación y que tienen un significado especial, sea porque las solíamos bailar u oír sin cansancio o porque están relacionadas a anécdotas importantes para ambos y repito, para ambos, pues no es cuestión de uno sino de dos. Mejor aún si tienes el don de la música y eres capaz de componer alguna canción especial para alguien especial; pero si tu creatividad no da para tanto y necesitas ese momento de particular inspiración, no te preocupes, puedes simplemente modificar la letra de alguna canción y añadirle letras que hablen específicamente de tu pareja o de la relación de ambos y el amor que se tienen.
Aprovecha la música es lo más cercano a la inmortalidad que tenemos, nos hace seres únicos en todo el universo. Recuerdo nebulosamente haber escuchado en mi infancia, creo que en un serie, un encuentro entre los seres humanos y un ente del espacio, este les explicaba que si el universo de destruyese y luego reiniciase las leyes naturales, de física y química volverían a ser las mismas, las especies surgirían de la misma manera y habría una gran posibilidad de que fueran iguales, pero el día que se destruyera la última grabación de la novena sinfonía de Beethoven jamás volvería a existir, habría desaparecido para siempre. Cada pieza es única e irrepetible, más aún para cada uno de nosotros, pues no conozco ser humano a quien no le guste la música, puede no gustarle un ritmo en particular, pero no estará ajeno a ella, esa era una de las preguntas más trilladas y bobas que solía hacer a alguien en mis mocedades, ¿te gusta la música?, jamás hallé respuesta negativa.


Un extracto de la Fantasía Coral de Beethoven dirigida por Barenboim:

El gran Louis Armstrong con la inigualable Ella Fitzgerald en Come Dance With Me (Cheek to Cheek

Una de las canciones más sensuales que le escuché a Madona es Secret.

lunes, 14 de febrero de 2011

$an Val€ntín

Valentín era un sacerdote romano cristiano que se presume vivió durante el siglo III, sufrió martirio porque violó una prohibición del entonces emperador Claudio II, quien pensaba que los soldados solteros eran más eficientes que los casados pues no tenían vínculos con nadie, así que prohibió los matrimonios entre los jóvenes, Valentín desobedeció y terminó siendo ejecutado el 14 de Febrero entre 268 y el 271; lo cierto es que este santo es más una leyenda que una persona cuya existencia ha sido históricamente comprobada, su fiesta cobró artificiosa importancia después de nombrar al cristianismo como religión oficial del imperio, pues fue utilizado como parte de la política de extirpación de idolatrías, colocando una fiesta cristiana en el mismo día de una pagana (como es el caso de la navidad). El 15 de Febrero eran las fiestas de las Lupercales, donde se consagraban al dios Fauno Lupercus, se azotaban a las mujeres disfrazadas para hacerlas más fértiles y se escogía pareja hasta los próximos Lupercales. Era una fiesta de fertilidad.
Gracias a él el 14 de febrero es conocido como el “día de los enamorados”, al parecer alguien reparó que el término era excluyente, pues los que no tenía pareja no podrían celebrar, así que, pensando el expandir el mercado y poniendo de pretexto la depresión valentiniana fue renombrado como “el día del amor y la amistad” como premio consuelo a los solteros y sin compromisos que también harán una reunión en algún bar, restaurante o discoteca para festejar su unión amical.
El día del amor y la amistad divide a las personas en tres grupos, los que tienen enamorado, los que no tienen y quieren tener y los que no tienen ni les interesa.  
Del primer grupo sólo quedaría esperar que celebren este día en función a sus expectativas personales, sin llegar a exageraciones, pues si bien es un día para renovar el amor, también es una fiesta bastante comercializada, hay que recordar que no es una fiesta con un significado personal con respecto a la pareja, que él hecho de no celebrarlo no resta el interés y amor que existe en la pareja, en todo caso cada uno de ellos debería expresar libremente las expectativas que tiene con respecto a dicho día y si son opuestas negociarlas hasta llegar a un justo medio que satisfaga a ambos, no se necesitan salidas, fiestas, regalos, bastan un detalle, algo personal y sobre todo espontaneo.
De los que no tienen pareja y quieren tenerla, podrían aprovechar el día para replantearse la causas por las que no la tienen; muchas de ellas están directamente relacionadas con nosotros mismo. Debemos recordar que el ser humano es un ser tridimensional, tiene una dimensión física, otra cognitiva y otra afectiva-espiritual. Las tres deben ser nutridas cuidadas y desarrolladas. Pongamos algunas sugerencias.
Hacer ejercicios, deportes, cuidar el aseo, la comida y la vestimenta que vaya con nuestro cuerpo, que destaque nuestras virtudes, pero siempre con sensualidad, es decir insinuar no mostrar.
Leer e informarse constantemente, no sólo periódicos, también novelas y diferentes tipos de libros, utilizar el internet para mantenerse actualizado y no sólo para perder el tiempo en los chismes del facebook.
Expresar libremente nuestros deseos y ser capaces de tomar riesgos, no intimidarnos ante el compromiso o salir lastimados, si lo piensas mejor te darás cuenta que podrías salir más lastimado.
Ser maduros, esto es saber lo que queremos y decirlo, no perder el tiempo en relaciones que no durarán o fingir amor cuando sólo hay deseo sexual.
Hacernos respetar ante cualquier situación, amar, entregarnos, pero no por ello dejar de lado la sensatez para juzgar las conductas y actitudes que nos puedan lastimar  que evidencien un creciente desinterés.
Hacer un recuento de nuestras parejas anteriores y determinar cuáles son los patrones y características que se repiten, así sabremos que errores cometimos y que aciertos tuvimos y también sabremos el tipo de persona que nos atrae y si la relación que formamos es sana.
Lo más importante de todo es conocernos a nosotros mismos, saber nuestros defectos y virtudes, siendo sinceros y aceptándonos como somos tendremos la oportunidad de mejorar, pero si no siempre viviremos evadiendo la realidad y cuando nos estrellemos con ella dolerá.
No te tomes muy a pecho este día, si estas sólo preocúpate por crecer como persona, la vida puede es un largo aprendizaje, saca las lecciones de cada etapa y experiencia y úsalas para mejorar, no te asustes con la soledad, ten presente que de lejos es preferible, antes de compartir tu vida con una persona que sólo te traerá compañía pero con mucha infelicidad; y por supuesto, no caigas en el aspecto comercial de la fecha, hay demasiados intereses económicos para que te sientas obligado a celebrar y consumir, antes que amar. Un solo día de romance no pueden borrar 364 de indiferencia y conflictos, así como 364 días de amor, interés y detalles no pueden ser borrados por un solo día del año.

sábado, 12 de febrero de 2011

Tómate en serio para que te tomen en serio

Una pregunta recurrente que se hace cierto tipo de mujeres es ¿Por qué no me pueden tomar en serio?, estoy seguro que los hombres también se hacen la misma pregunta sólo que en silencio; es común escuchar esto cuando sus parejas, sean enamorados o amigos cariñosos, empiezan a descuidarlas o al menos ellas así lo sienten, también lo dicen cuando son desplazadas por otra mujer o simplemente porque ellos terminan la relación. Considerando algunos antecedentes ensayaré algunas respuestas.
La primera que se me ocurre es sencilla, “no te toman en serio porque tú misma no te tomas en serio”.
El enamorado de una amiga desapareció durante un feriado largo, al regresar alegó la infantil excusa de que había salido de viaje con unos pariente y había dejado el celular en casa, como si no pudiese mandarle un mail desde cualquier cabina en cualquier ciudad del país; la cosa es que ella lo perdonó y continuó con la relación, pero nuevamente se dio por desaparecido, esta vez culpó a sus clases y la proximidad de las evaluaciones, lo cierto es que ella sospechaba que salía con otra sin embargo continuó con él por un estúpido capricho de querer “vengarse” haciendo que se enamorará perdidamente de ella para luego chotearlo y pagarle así con la misma moneda; nunca llegó a lograr su objetivo, sólo consiguió quedar como una idiota ante los demás, y por supuesto, ¿Cómo tomar en serio a una chica así?
La enamorada de un amigo ha estado últimamente buscando conflictos, afirma que no confía en él pues aún conserva los teléfonos de alguna de sus ex en su celular, no lo llaman ni proponen encuentros, es él quien tiene que hacerlo, lo interroga y hurga en sus cosas privadas, como su correo electrónico y su buzón de mensajes en su celular; él lejos de indignarse y cortar los conflictos, la intransigencia y eventuales humillaciones que pueden ir en aumento, soporta pacientemente el calvario, evidentemente ella no tiene más interés en la relación y busca una forma de sacudírselo de encima, pero él persiste tercamente ante lo inevitable.
Podría enumerar muchos ejemplos más, tanto que ya perdí la cuenta de las veces que he escuchado: si lo vuelves a hacer terminamos, a mí no me vas a hacer esto, una vez más y no me vuelves a ver, no me gusta que tomes tanto, no te voy a soportar una mentira más, me estoy cansando de esta situación, ya no aguanto más; entre otras tantas amenazas incumplidas. Si empeñas la palabra debes honrarla, sin importar que tanto duela, de no hacerlo tu pareja empezará a perder credibilidad en ti para luego perderte el respeto. No es que necesariamente tu pareja es un ser malvado o malvada que quiere controlarte o hacerte sufrir y pasarse de vivo contigo, es que tú mismo se lo estas permitiendo, poco a poco vas cediendo cada vez más y más hasta que sin darte cuenta has perdido toda tu credibilidad y el respeto por ti misma. Tu pareja sabe que lloriqueando un poco o excusándose o comprándote alguna cosilla lo perdonarás y volverá a hacer lo mismo, total, ¿Por qué tendría que corregir su conducta si siempre será perdonado? Le será más fácil pedirte perdón y salirse con la suya constantemente que modificar su conducta y renunciar a sus caprichos.
Esta situación no queda en el discreto espacio de la pareja, sale y se extiende en comentarios provenientes del entorno, así es como los demás empiezan a evaluar a ambos y termina diciendo “que vivo es uno” y “que idiota es el otro”, el estar perdonando constantemente y dejándote manipular se convierte en el peor estigma que hace que nadie te tome en serio, que sólo se acerquen para tener un buen polvo o sacarle bastante dinero.
Que diferente sería todo si optan por ser decididas o decididos y no permiten ni que les falten el respeto ni que les hagan sentir incómodos, lo más seguro es que la relación habría terminado antes de llegar a cualquier actitud hiriente y dañina, con algo de tiempo cabría la posibilidad de recuperar la amistad; habrían terminado, sí, pero ganarían autorespeto y también el respeto de los demás, sabrían que no los pueden manipular, que no pueden burlarse de ustedes, que no importa el tipo de relación que tengan, si son esposos, enamorados, amantes o amigos cariñosos; siempre tendrán que tratarlos con deferencia y nunca podrán hacer lo que les venga en gana con ustedes, jamás podrán humillarlos porque simplemente no lo permitirán y al primer intento cortarán la relación.
Sin embargo el temor a romper con tu pareja, a estar solos otra vez, a empezar de cero y sobre todo a que hemos fracasado nuevamente, sin considerar que los años pasan y no nos hacemos más jóvenes, hace que optemos; en nombre de ese temor absurdo; a perdonar y soportar muchas cosas con tal de no volver a estar solos o fracasar otra vez y ahorrarnos el trámite de buscar otras posibilidades. Dirigir nuestras relaciones en base al temor es absurdo, termina dañándonos pues acabamos creyéndonos el cuento de que no somos los suficientemente buenos para nuestra pareja y quizás para nadie. Al final será un asunto de decisión y fortaleza, que tan buena y sana quieres que sea tu relación y que tanto estás dispuesto a dar por ello. Aquí unos breves ítems a tener en cuenta:
-          Conócete a ti mism@, determina claramente cuáles son las cosas de más importancia para ti, cual es la conducta esperada de tu pareja y de la que depende el éxito de tu relación. Hazlo en un momento de calma, sin presiones y con la mente bien despejada para que así no tengas mayores arrepentimientos.
-          Decide por adelantado lo que quieres, cuando no es no y si es si y cuando puede haber un “puede ser”, nada más absurdo y tonto que decir no queriendo decir sí.
-          Comunícate con franqueza, no temas ofender, explica detalladamente las cosas que esperas en su conducta, si te hace sentir incómod@ díselo, explícale claramente que fue lo que hizo que te incomodó o lastimó y adviértele con amor y a la vez con firmeza que no lo vuelva a hacer y por supuesto; explícale como debería haberlo hecho; no se trata de manipular, se trata de que muchas personas tenemos conductas ya establecidas por la fuerza del hábito y no nos damos cuenta cuando estás puedan incomodar a la persona que amamos, nos cuesta modificarlas y es más fácil cuando nos ayudan, si somos conscientes de ello agradeceremos esta ayuda en lugar de rechazarla agresivamente.
-          Jamás amenaces si no vas a cumplir tu amenaza, muchas veces lo hacemos hasta por inercia, porque pensamos que mientras más grande la amenaza mayor el temor de equivocarse nuevamente; craso error, sino hacemos lo que hemos dicho no tomarán en serio nuestra palabra.
-      Jamás busques venganza, nunca trates de pagarle con la misma moneda, eso sólo te daña a ti y a nadie más, te denigra como persona y termina convirtiéndote en aquello que tanto detestabas, no permitas que las malas acciones te envilezcan.
-           Evita confrontaciones y excusas; si y dejaste en claro tu posición no hay nada que advertir ni nada que excusar, sólo queda actuar conforme a la palabra empeñada.
-          Jamás involucres a terceros en las discusiones, puedes pedir orientación, pero la decisión es sólo tuya.
-          El mejor indicador sobre lo bueno o malo que es la relación eres tu mism@ si te sientes mal, significa que algo está mal, no esperes a que esté peor, convérsalo y busca soluciones, más que cualquier otra cosas.
-          Si tienes que apartarte y tienes miedo a la soledad recurre a tus amigos y colma todo tu tiempo libre, te será más fácil asimilar el momento.
-          Aléjate de la gente inmadura, evita ese tipo de grupos, la gente inmadura jamás sabrá valorar el compromiso, ni el respeto ni muchas otras cosas más, busca grupos con gente sensata, madura, educada; si te mantienes en el mismo grupo de patanes simplones y chicas frívolas y cabezashuecas, esperando a que te valoren entonces despierta porque jamás lo harán.
Ante todo recuerda de que el trato que guarden hacia ti depende casi en un 100% de ti mism@, así que decide con sabiduría.

lunes, 31 de enero de 2011

Va en serio

Cuando empezaron a salir todo era felicidad, él era muy cortés, servicial, atento, se interesaba en llamarte casi a diario para simplemente saludarte, cuando lo aceptaste la cosa no tuvo mayores cambios, el sexo era genial, después se llamaban en las noches como si no se hubiesen visto ese día, había detalles, sonrisas, salidas frecuentes, noches de baile o entretenimiento, el cine, los dulces, las cenas en lugares interesantes.
Unas semanas después las cortesías y atenciones disminuyeron, las llamadas también, los pretextos aumentaron, las salidas se postergaron y el cine se convirtió en el dvd pirata de sábado por la noche;  lo único que se mantuvo fue el sexo, incluso la frecuencia aumentó tanto como los pretextos.
Cuando eso ocurre no hay nada que hacer, no le interesas, es hora de empaquetar los sentimientos, izar la dignidad y seguir rumbo norte. Claro que lo cierto es que pudiste ahorrarte el drama si simplemente lo hubieras sabido desde el principio, si te hubieras dado cuenta a tiempo de que en realidad no quería nada serio contigo, sólo algo de sexo o diversión o compañía, pero que, por convencionalismos y prejuicios sociales terminaron siendo enamorados, sea para que ella seda más rápido la entrepierna o para que él no piense que eres una puta. 
Las relaciones no siguen un curso estándar, pretender que hay un modelo único es tan absurdo como pensar que todos los seres humanos somos iguales y pensamos igual; cada relación tiene una historia diferente, de inicio a fin, relaciones que empiezan como simples amigos cariñosos terminan en el más feliz de los matrimonios o simplemente se separan para seguir sus propios rumbos, las parejas más formales a veces son también las más infieles, no hay normas, el peor error es evaluar nuestra relación en función de la experiencia de los demás. Pero lo más importante en ellas y en realidad en todo acto humano es la sinceridad, decir claramente lo que queremos y esperamos de la relación; así evitamos tensiones y le permitimos a la otra persona tomar una mejor decisión. Esto es lo ideal, pero no siempre ocurre, las razones no son para nada importantes pues son demasiadas, desde las más comprensibles  (pero no necesariamente justificables), hasta las más absurdas y descabelladas. Lo único que nos queda para saber si nos dicen la verdad o no es determinar qué tanta consistencia hay entre lo que dice y lo que hace.
Existen ciertas conductas que pueden revelar cuando tu pareja está dando un giro más serio o profundo a la relación y que tan en serio la toma.
Para empezar entre el periodo de cortejo al de enamorados no debe existir cambios negativos, por el contrario es usual que en las primeras etapas de una relación formal exista muchas más emociones positivas, más interés por pasar tiempo juntos y mantener el mayor contacto posible, además de mayor interés sexual; si los cambios son inversos, es decir, lejos de buscar contacto, buscan “espacio” para él mismo, entonces se puede deducir que el interés está bajando o nunca lo hubo. Pretextos comunes son el trabajo, los estudios y algún otro tipo de responsabilidad aparente que pueda ser útil para justificar el desinterés; pero si no ha habido cambios realmente importante es su vida estos probablemente sean mentiras. Aun con problemas y estrés las personas buscan algo o a alguien que las calme, que les brinde emociones positivas, quien mejor que la pareja y más aún si es el inicio de la relación; esto significa que sin importar que tantas responsabilidades tenga a cuesta, igual mantendrá el contacto, al menos en llamadas breves.
Cada miembro de la pareja tiene círculos sociales, amigos, amigo íntimo y mejores amigos; cuando existe un sentimiento de orgullo por la pareja es de esperar que busque presentarla a cada uno de estos círculos. Contrario a lo que se podría pensar, no son sus o su mejor amig@ a quien tiene que presentar para saber que somos importantes, pues son estos amig@s quien conocen mejor a nuestra pareja, sus defectos y virtudes; también son los mejores amigos quienes suelen ser cómplices de nuestras travesuras y otras faltas. Son los amigos del trabajo, del barrio, de la universidad, lo que suelen ser más críticos con nosotros y que, por la diversidad de opiniones y valores, pueden ser menos condescendientes para delatar nuestras faltas; además de ser quienes más chismes generan así como la incomodidad ante estos. Ergo, el hecho de presentarnos antes sus amigos, llevarnos a las reuniones con sus grupos sociales y hacernos partícipes de sus salidas, será un buen indicador de que: 1.- nuestra pareja se siente orgullosa de estar con nosotros. 2.- Desea que estemos presentes en los diferentes aspectos de su vida y que nos integremos a ellos, en un nosotros.
La familia es un aspecto muy importante dentro de la relación, presentarte ante sus padres como su enamorado es, por lo general, un hito muy importante en la relación, implica un compromiso mayor, además genera expectativas y permite la influencia de la familia en la relación.
Por último está la cotidianeidad como fuente de información, el trato diario, la deferencia que tiene hacia ti, como te da prioridad en su vida, ojo que priorizarte no implica que todo su mundo gire en torno a ti, hacer eso es estar a un paso de la obsesión y las relaciones enfermizas; otro rasgo importante de la cotidianeidad es como se pasea a tu lado, como se luce contigo en diferentes ambientes, darte la sensación que se siente orgulloso de caminar contigo a tu lado. Otra actitud en su trato es las bromas, estas deben estar orientadas a lo que haces o dices, jamás a lo que eres, tampoco deben ser recurrentes e hirientes, las bromas constantes, especialmente a lo que eres, implica que no sólo no te toma en serio, sino que te considera demasiado inferior con respecto a si mismo. Es necesario también que cumpla con lo que ofrece, eso no sólo se refiere a su seriedad como pareja sino a su seriedad y compromiso como ser humano y que se puede extrapolar a diferentes aspectos de su vida.
Pueden existir más indicadores, puedes llenar toda una hoja, pero ten en cuenta que la confianza es capital en la relación, se tiene que empezar siempre con ese principio y no con un afán de evaluación constante y obsesivo que sólo contribuye a crear tensiones, no se debe esperar a que ambos estén listos al mismo tiempo para dar el siguiente paso, no existe un cronograma que indique algo como “al 2º mes debe presentarme a sus amigos “, “al 6º mes me deberá presentar a su familia”; cada quien tiene su ritmo, hay que ser paciente en ocasiones, pero sin exagerar y comunicando siempre nuestros sentimientos y expectativas.
El mejor indicador es nuestro bienestar, nuestra felicidad, si nos sentimos bien al lado de nuestra pareja entonces todo estará bien, significa que la relación avanza a un ritmo que nos llena y satisface, si no nos sentimos bien entonces es momento de comunicar nuestras inquietudes a nuestra pareja y luego evaluar nosotros mismos la relación en base a conductas como las que acabamos de mencionar, si la evaluación costo-beneficio resulta negativa, entonces tal vez sea momento de alejarnos de aquello que nos hace mal.

jueves, 27 de enero de 2011

A los 30


Carol tiene 31 años, trabaja como oficinista, nada que resaltar de su físico, no tiene pareja, las parejas que ha tenido nunca han sido una buena elección; actualmente sólo se divierte con uno que otro  amigo con quien calma su ansiedad sexual cuando está aparece; sigue comportándose como siempre, saliendo a fiestas con amigos del trabajo, a algún antro donde pueda bailar y tomar, teniendo flirteos con uno u otro; eventualmente se queja de que no la toman en serio, quiere tener una pareja formal, que sea guapo, profesional y emprendedor, además de culto y cariñoso, pero en general se la pasa bien divirtiéndose y evadiendo pensar en que los años pasan y no se está haciendo más jovén.
Daniela tiene también 31, ella es una brillante contadora, trabaja para una institución bastante grande y además está formando su propia consultora, es inteligente, simpática y divertida, es un tanto gorda, pero con una bella sonrisa; no le gusta el sexo casual, prefiere las relaciones formales, sin embargo sabe que los años pasan y que la edad no la ayuda, la hace menos atractiva y teme que día a día se aleja de la posibilidad de tener con quien compartir su vida; si bien esto le entristece, ella no se queja, es consciente de que no desea aventuras pasajeras y se mantiene firme en su decisión.
Claudia tiene 33 años, diariamente se levanta muy temprano y va a entrenar a un gimnasio cerca a su casa, regresa y después de desayunar sale al instituto de salud donde trabaja en un cargo ejecutivo; hace un par de años empezó una pequeña empresa de servicios médicos, ahora está a punto de renunciar a su trabajo para dedicarse de lleno a su empresa; no tiene enamorado, tiene un amigo en particular con quien comparten sexo, diversión y también apoyo, no quiere involucrarse más pues así se siente libre y eso le gusta. No descarta la idea de una pareja estable, pero si él no es el adecuado, prefiere quedarse sola, este año empezará a hacerse unos análisis para ver si es posible que tenga un hijo saludable, de ser así buscará un buen candidato y lo tendrá ella sola, pues tiene bien en claro que no compartirá su vida con alguien que no esté a la altura de sus expectativas.
Tres casos y tres formas de enfrentar el paso de los años, las arrugas, lo poco atractivas que se sienten las mujeres a cierta edad.  
Envejecer es inevitable, pero podemos enfrentarlo con dignidad, viviendo plenamente cada etapa de nuestras vidas y aceptando maduramente pasar a la siguiente sin aferrarse a la anterior por más divertida y dichosa que está sea. Mantener un comportamiento perteneciente a una etapa anterior es sinónimo de inmadurez y un rasgo peligroso pues garantizará la infelicidad a futuro.
Hay un punto en el cual la mayoría de mujeres se centra y es en el hecho de encontrar pareja, muchas se sienten angustiadas ante la posibilidad de quedarse solas, tanta es la angustia que muchas veces toman decisiones apresuradas y terriblemente erróneas al elegir a cualquier patán como esposo con tal de casarse o formar una familia. El terror a envejecer en soledad las confunde y están dispuestas a soportarlo todo con tal de tener un hombre a su lado, otras por el contrario, como en el primer caso, prefieren evadir su realidad hasta que se despiertan un día con 40 años a cuestas y sin nadie que las tome en serio, y con cada vez menos hombres que estén dispuestos a tener sexo con ellas, porque, eso sí, el sexo es lo más fácil de conseguir, lo verdaderamente complicado es que consideren pasar el resto de su vida a tu lado.
Si eres una mujer mayor de 30 años que están en búsqueda de su media naranja deberías entender que tú no eres la mitad de una naranja buscando su otra mitad, a ti te hicieron entera, no a medias, no eres la parte ni el complemento de nadie, ni mucho menos, tu felicidad está basada en otra persona, tu felicidad está exclusivamente en ti y si no logras ser feliz no deberías buscar pareja sin antes estar bien contigo misma, darte tiempo para crecer y desarrollarte, hacer planes por ti y para ti; dirigir tu vida y saber a ciencia cierta que tienes pleno control de ella, no te centres en encontrar a un hombre, céntrate en engreírte, quererte, vivir sanamente, tener metas y cumplirlas, definir quién eres y sobre todo que quieres de la vida e ir a por ello. ¿Y la pareja? Eso deberá ser un valor agregado, algo que llega, no necesariamente que se busque, pero cuando llegue estarás lista para darle lo mejor de ti y no elegir a cualquier tipo que no valga la pena, entonces podrás compartir la felicidad de ambos para crear algo nuevo, será no una media naranja pegada a otra media naranja, sino un par de naranjas enteras averiguando que tan buen jugo hacen juntas.

domingo, 9 de enero de 2011

Para atraer al ser amado

Llegó el nuevo año y más de una mujer me comentó su interés para hacer algún ritual que le garantice atraer (esta vez sí) al ser amado, algunas buscaron en internet otras en los infaltables programas de magazine que hay en la televisión; otras pocas me comentaron que este año no harían nada pues siempre lo hacían y nada pasaba. Creo que aún estoy a tiempo de dar algunos tips a mis amigas, algo más efectivos para atraer al ser amado.
Para empezar háganse una autoevaluación lo más objetivamente posible, evalúen tres aspectos básicos que a los hombres nos resultan bastante atractivos:
La estética, no se trata simplemente de una cara bonita o un cuerpo bien proporcionado, se trata de que tanto cultives lo mucho o poco que  tienes, hermosas curvas se deslucen cuando hay exagerada flacidez y abundante celulitis, el cuerpo puede ser formado con ejercicios; si bien no tienes mucha cadera, puedes aumentar el volumen de tus piernas y darte un aspecto más proporcionado, puede elegir un mejor maquillaje para resaltar mejor tus facciones, elegir adecuadamente la ropa que usas. Cuida la ropa que usas, combina adecuadamente cada prenda, si estas gorda, no uses polos ceñidos, menos aún pantalones que te queden demasiado ajustados, pero concéntrate en bajar todo lo que puedas de peso, no te resignes, si no hay problema hormonal de por medio, entonces puedes bajar de peso con algo de esfuerzo (dieta y ejercicios). En internet existen cientos de páginas donde puedes encontrar consejos útiles sobre el tema de la ropa, aquí tienes un par:
Pero no olvidemos que el ejercicio es fundamental, no sólo por la cuestión estética, la mejora en tu salud será inmensa si practicas deporte a diario, mejorarás tu sistema inmunológico, mejorarás tu carácter por la secreción de endorfinas, es un aspecto que no debes descuidar, matricúlate en un buen gimnasio o inscríbete en algún taller deportivo que te atraiga.
La sensualidad, este es tal vez el rasgo más impactante de una mujer, más de una vez me he cruzado con una mujer cuyo cuerpo no era voluptuoso, no tenía una figura impactante, pero el porte, la elegancia de su andar, la ropa que llevaba puesta y cierta gracia algo difícil de  explicar me hizo seguirla buen rato con la mirada. La sensualidad de una mujer radica en sus gestos, sus movimientos y su mirada, el resto es complementario. Cinco puntos a tener en cuenta: Primero la postura, siempre recta, jamás encorvada, los hombros hacia atrás, orgullosa de sí misma. Segundo el modo de caminar, elegante y sinuoso con un vaivén suave. Tercero los gestos, en especial los que haces con las manos y sobre todo con los labios. Cuarto el cabello, debe estar sedoso y brillante. Quinto la mirada, traviesa, retadora y expresiva. El momento en el que se despliega plenamente la sensualidad de la mujer es en el baile, así que es algo a tener presente. Recuerda que la sensualidad no es vulgaridad, no necesitas enseñar mucho, incluso no necesitas enseñar nada, no se trata de cuanta carne muestras, se trata de un estilo, prácticamente una forma de vivir, por ello debe ser natural, si no lo es, practicarlo tanto que se vuelva parte de tu naturaleza; la sensualidad es suave y discreta, se trata de dejar en el observador las ganas de pedir más y más, no dárselo todo de sopetón.
La simpatía, se trata de la capacidad de caerle bien a las personas, de que adoren estar a tu lado, eso implica que tan risueña eres y que tan tolerante, que tanto sabes escuchar y mantener una conversación interesante con los demás, que tanto aguanta las bromas y como las maneja, las opiniones que vierte y como lo hace, así como su alegría y capacidad de animar a los demás. Otra vez es un estilo de vida más que algo que se pueda aprender de un manual.
Pero, ¿dónde queda la inteligencia?, pues es cada una de estas variables, la inteligencia está definida como la capacidad de resolver problemas, por tanto estará presente en cada uno de estos elementos, al elegir la ropa y el maquillaje, al mirar con el grado adecuado de seducción a un hombre, al expresar tu opinión sobre un tema o dar un consejo, al pedir ayuda y consejo a las personas adecuadas para mejorar tu imagen.
Y ¿qué hay de los buenos sentimientos, el amor, tu “interior”? Pues son innegablemente importantes, lamentablemente los hombres no poseemos poderes telepáticos para leer mentes ajenas y saber lo que las personas piensan o sienten, les guste o no a la mayoría de hombres los impacta más lo visual, más que lo que nos puedan decir, eso no quiere decir que no valoremos lo demás, pero es precisamente lo visual lo que nos despierta el interés por conocer el resto.